¿Han tenido alguna vez la sensación de estar viviendo algo excepcional? ¿Han sentido alguna vez que la vida se condensa con fuerza en un instante? ¿Han sido alguna vez tan dichosos de conocer frente a frente a la felicidad? ¿Han percibido estar haciendo realidad un sueño?
Yo sé que súbitamente se me tragó la tierra y ya nadie supo más de mí. Pero es que me dediqué a vivir. Me emancipé de las redes sociales, del trabajo formal e incluso de una vida convencional. Mi estancia en Granada me proporcionó una de las experiencias más lindas y enriquecedoras que he tenido.
El azar me hizo rentar una habitación en una casa muy singular. Hoy sé que singular, en realidad es sinónimo de aventura. De repente, me ví inmersa en una espiral de energía, creatividad, generosidad y cariño. Una casa convertida en una coctelera de sensaciones. Tuve la inmensa fortuna de convivir con personas extraordinarias cuyas principales virtudes eran la inocencia, la generosidad y el empuje, la certeza de que podían hacer cosas. Aprendí muchas cosas junto a ellos y querría ser capaz de enumerarlas, pero todavía estoy rumiándolas.
Mi vida ha cambiado radicalmente. Súbitamente, Granada se convirtió en Guatemala. El mundo es diferente, la vida significa algo distinto y la aventura en este país lleva aparejada otros atributos. Pero esa es otra historia que también os voy contando por aquí.
En estos tres videos quiero mostraros una parte de lo que Granada representó para mí. Todo ese tiempo en que me tragó la tierra, en realidad lo viví en Gatogordo.
Al servicio de algo 
¡Mójate!