A lo largo de tres meses me tocó vivir situaciones tensas, escuchar verdaderos dramas y agachar las orejas cuando reflexionaba sobre mi fortuna. Aquí van algunas de ellas:
Una pareja obligada a dormir en un coche, un hombre reclamando ver a sus hijos, una niña atrapada en Rumanía y un incendio en la ciudad del agua: Lanjarón.
¡Mójate!