En Bélgica trabajé para el Centre for Migration and Intercultural Studies (CeMIS) de la Universidad de Amberes. Mi tarea resultó apasionante y agotadora a partes iguales. Realicé el trabajo de campo para la investigación:Promoting Integration for Migrant Domestic Workers in Europe, un proyecto financiado por la Comisión Europea y bajo la coordinación de la Organización Internacional del Trabajo.
Esta investigación se realizó simultáneamente en Francia, Italia, España y Bélgica con el fin de definir las políticas y medidas de acción que acompañaran la implementación de la Convención C189 de defensa y protección de los derechos de los trabajadores en el sector doméstico.
La metodología partía del estudio y análisis de entrevistas cualitativas realizadas a mujeres y hombres inmigrantes (en mi caso, procedentes de Iberoamérica y/o Filipinas) que trabajaran en el sector doméstico.
Mi tarea fue recorrer el país en busca de algunas de estas personas, aleccionarlas a que me contaran sus historias, recopilarlas, transcribirlas y traducirlas al inglés (en caso de que se hubiera realizado en español).
Fue una experiencia retadora porque intensifiqué mi relación laboral y académica con el inglés; desarrollé profundas habilidades sociales como la asertividad y, por encima de cualquier otra cosa, aprendí y me impliqué con las historias de vida de todas aquellas personas violentadas única y exclusivamente por ser migrantes y empleadxs domésticxs.
También fue un trabajo complicado cuando hube de pasar horas y horas y horas escuchando voces y transcribiendo, palabra por palabra, todo aquello que decían. A veces llanto o furia de por medio.
No lo cambiaría por nada.
Puedes consultar los resultados de la investigación aquí:
– Estudio específico para Bélgica y su Informe Ejecutivo
– Resultados completos de la investigación, con los aportes de los cuatro países participantes.